En la terapia holística se hace una evaluación completa de la persona, teniendo en cuenta su historia médica, estilo de vida, emociones, estado mental, y aspectos espirituales si son relevantes.
A través de terapias específicas, como la aromaterapia, la acupuntura, la meditación, el masaje, la reflexología, la terapia de cristales, la herbología, la naturopatía, entre otras, se abordan las necesidades de la persona. Esto incluye sesiones de conversación para ofrecer apoyo emocional y consejería.
La terapia holística tiende a poner énfasis en la prevención de enfermedades y la promoción de un estilo de vida saludable. El terapeuta puede ofrecer asesoramiento sobre la nutrición, el ejercicio, el equilibrio de la energía y otros hábitos de vida. Además de brindar herramientas, como la meditación, y recursos para mejorar su calidad de vida.