+34 91 005 92 36 comercial@esneca.lat
  • Português
  • 0 elementos

    Conforme envejecemos nuestro cerebro pierde algunas facultades mentales que facilitan nuestro actuar cotidiano. Esto provoca que la ayuda y compañía sea indispensable para la ejecución de ciertas tareas. A esta situación de deterioro suele llamarse demencia senil, sin embargo, no tiene que ver con el envejecimiento de todas las personas.

    Es normal que el cuerpo se transforme al pasar el tiempo. Igualmente, debido al deterioro, cambian aspectos mentales que generan un funcionamiento incorrecto del cerebro. De aquí surge la tan mencionada demencia. Pero, ¿sabías que ciertas enfermedades mentales son las que la producen? Hoy te contamos sus causas, síntomas y formas de tratarla.

    Si quieres ampliar tus conocimientos en el ámbito de la neuropsicología, una maestría especializada te ayudará a convertirte en experto.

    ¿Qué es la demencia senil?

    La demencia senil es un concepto que engloba la disminución del funcionamiento intelectual que afecta las capacidades básicas. Las funciones que más se ven afectadas son la memoria, el lenguaje, el razonamiento o la percepción. Así como la pérdida de toma de decisiones y cambios en la personalidad del paciente.

    Como ya hemos dicho, la demencia esta relacionada incorrectamente al envejecimiento del adulto. Por eso, expertos consideran que utilizar el término senil es erróneo, ya que puede presentarse a cualquier edad.

    ¿Qué causa la disminución de las funciones mentales?

    El Alzheimer es la enfermedad en el cerebro que afecta entre el 60 y el 80 por ciento de los casos de demencia. Otros factores de riesgo son la diabetes, el sida, la tensión arterial alta y, en otros ámbitos, el fumar.

    Generalmente, ciertas enfermedades neuronales son las encargadas de producir la demencia senil, estas pueden ser:

    • La enfermedad de Huntington: es un trastorno en el que ciertas partes del cerebro se degeneran. Dicha enfermedad es hereditaria.
    • Lesiones cerebrales.
    • Esclerosis múltiple: es una enfermedad autoinmunitaria que impacta en el cerebro y en la médula espinal.
    • Parkinson: es la degeneración de las células que coordinan y controlan el movimiento. Esta enfermedad genera temblores y dificultad para moverse o andar.
    • Parálisis cerebral: es un trastorno que produce dificultad en la motricidad debido a un daño producido en las neuronas.

    Tipos de deterioro del funcionamiento cognitivo

    Hay diferentes tipos de deterioro que se traducen en demencia. Podemos decir que uno de ellos aparece como consecuencia al daño vascular del cerebro. Esta clase de enfermedad se le conoce como demencia vascular y es la segunda causa de disfunción en todo el mundo. Este daño puede ser el resultado de un derrame, microinfarto o de la diabetes.

    Los síntomas de la demencia vascular son menos precisos que el alzhéimer. Esto es así porque la memoria no siempre se ve dañada, sin embargo, el funcionamiento ejecutivo se afecta mucho antes. A su vez, esta enfermedad no tiene cura, no obstante, prevenir nuevas afectaciones vasculares es el secreto para limitar su desarrollo.

    Otro tipo de demencia es con cuerpos de Lewy, el cual es el resultado de otra enfermedad neurodegenerativa. La enfermedad por cuerpos de Lewy, no se conoce su causa y se desarrolla con el acumulamiento anormal de una proteína en el cerebro de los enfermos. Esta demencia también puede surgir en las personas con enfermedad de Parkinson. Las formas en que se presentan los síntomas de este deterioro son las alucinaciones y fluctuaciones cognitivas. Tampoco se le conoce alguna cura y el tratamiento dependerá de las manifestaciones que predominan en el paciente enfermo.

    Como hemos mencionado anteriormente, hay diversas causas de demencia, y los tipos anteriores son los más típicos. Aún así, no son los únicos. Por ejemplo hay otros modos de demencia que no son tan comunes como: la demencia asociada a la enfermedad de Huntington, demencia de origen metabólico, la demencia infecciosa o la demencia por encefalopatía traumática crónica.

    Síntomas que presenta la demencia

    Seguramente te imaginas que los síntomas de la demencia senil cambian según lo que la causa. Por ejemplo, el Alzhéimer presenta deterioros en la memoria, la orientación espacial y el lenguaje. Es decir, la persona olvida cosas recientes o se pierde en lugares que antes conocía a la perfección.

    Si el origen es frontotemporal lo más probable es que haya un cambio en el comportamiento de la persona. Este puede mostrarse como más deshinibido y hacer cosas que antes no hacía.

    En los casos más graves, algunos ya no son capaces de realizar actividades básicas como comer, bañarse o vestirse. Igualmente, son incapaces de reconocer a familiares cercanos o de entender el lenguaje.

    ¿Cómo tratar la demencia senil?

    Si bien es cierto que la demencia no tiene cura, hay algunos casos que pueden ser reversibles. Aún así, es importante saber la causa para definir algún tratamiento médico.

    Sin embargo, hay otras formas de estimular el desarrollo cerebral y atrasar la disminución neuronal. Herramientas como las adivinanzas, el deporte y el baile mejoran la atención. El relato de cuentos y las reuniones sociales fortalecen la memoria y el lenguaje.

    Lo más importante de tratar a una persona con demencia senil son sus cambios de conducta. Por esta razón, el cuidado diario, la paciencia y la atención continua es esencial para mantener su calidad de vida.